Entre las necesidades básicas del ser humano está la interacción social, la pertenencia a un grupo, la necesidad de ser valorado por otros, A SER ESCUCHADO COMO PERSONA.
Eso es lo que estamos proponiéndote en este espacio, que vos te hagas escuchar por quienes comprenden tu situación porque la viven y saben de qué hablás. Que sin miedo y mas allá de tu grupo de compañeros, puedas expresar todo lo que tenés para decir, todo por lo que estás caliente, molesto, irritado, o tal vez por qué pensás, como nosotros, que simplemente hacen falta un par de cambios para asegurar nuestras necesidades básicas.
Trabajar en un call center no es lo mismo que despachar golosinas en un quiosco, aquí el nivel de responsabilidad y de atención requeridos son mucho mayores, y todos somos conscientes de ello. Es sabido que el nivel cultural y académico de los que trabajamos en diferentes centros de contacto es sorprendentemente alto. La mayoría somos estudiantes universitarios o terciarios avanzados o profesionales. Estamos por demás calificados para este trabajo y para muchos otros. Entonces preguntamos:
¿Por qué ganamos tan poco cuando nuestro trabajo es tan redituable?
¿Te sentís cómodo pensando que un 40% de tu sueldo es una variable que el primer día que te enfermes o pidas día de estudio lo perdés?
¿Llegas a pagar el alquiler, o comer, o vestirte, o recrearte con un básico de 1000 pesos, el básico mínimo legal del empleado de comercio?
¿No te jode que haciendo el mismo trabajo y haciéndolo igual de bien siempre, de un día para otro cobres distinto según el antojo de la empresa?
El “premio por productividad” ¿no debería ser para cuando tu trabajo excede lo que la empresa te pide?
Y además, ¿ No es este acaso el empleo que te permite estudiar, con ambiente laboral divertido y ameno, con horarios flexibles y posibilidades de crecimiento? ¿Hace algo la empresa para convertirte en un agente productivo, en un recurso humano valioso y digno de ser retenido?
Damos lo mejor de nosotros para satisfacer las necesidades de nuestros clientes y mejoramos todos los días, casi solos, por experiencia, por prueba y error, nos esforzamos para que la imagen de la EMPRESA que representamos sea la mejor, y con nuestro trabajo somos responsables no solo de nuestro rendimiento individual, sino que, como dice la empresa, lo somos de “toda la operación”. Así lo hacemos porque ese es nuestro trabajo, porque para eso se nos paga y porque nos gusta cobrar lo que nuestro trabajo vale.
Sin embargo, si la empresa que nos contrata quedó desencantado con el cliente o si fue maltratado por otra operación, ya no se nos paga lo que nuestro trabajo vale, sino mucho menos. Haciendo nuestro trabajo bien siempre... ¿No deberíamos cobrar lo que nos corresponde siempre?
Y si te sentís desmotivado, si sentís que no estás siendo valorado, si pensás que una evaluación subjetiva de calidad no debería bajarte puntos en una llamada que vos y el sentido común tendrían por muy buena o quizás perfecta, si te desmoralizan otro montón de pequeños desperfectos perfectamente solucionables, si te molesta atragantarte con la comida para no pasarte de break, el mal estado de las sillas y el equipamiento, que nadie tome en cuenta tus sugerencias, que cuando cometieron un error al liquidar tu sueldo hayas tenido que esperar hasta el 20 (con suerte) para cobrar, que tengas que mendigar un cambio de off, y así muchas otras pequeñeces, ¿sirve de algo que intenten motivarte con una Tita, o una Rodhesia, una entrada al cine, un dos por uno en algún bonito restoran el día de tu cumpleaños o un descuento de un 10 % (solo con pago al contado) en alguna casa de ropa?
Si pensás, como nosotros, que simplemente hacen falta un par de cambios para asegurar nuestras necesidades básicas, entonces empecemos por el principio y trabajemos para que nuestro sueldo básico sea de 2000 pesos.