GRIPE A QUE PODEMOS HACER LOS TRABAJADORES FRENTE A UN PELIGRO MORTAL ?

Muchos trabajadores de centros de contacto piensan que se exagera el peligro de la Gripe A o H1N1. Piensan que hay muchas enfermedades de la pobreza que matan, como la tuberculosis o que los miles de muertos que hay todos los años por la gripe común son muchos más que los que han perdido la vida por esta epidemia y por lo tanto no hay que preocuparse. Esto se debe a que el gobierno ha dado información confusa. Especialmente antes de las elecciones cuando no quería que quedara a la vista su terrible manejo de la salud pública con esta epidemia y eso le provocara más pérdida de votos.
En realidad la Gripe A es una pandemia, es decir, una epidemia mundial, que se contagia de país a país. Eso significa que es mucho más difícil de erradicar. Cuando desaparece de un país aparece en el vecino y vuelve al primero. Esto significa que estamos en el comienzo de un ciclo como el de la epidemia del SIDA. Una vez instalado es dificilísimo de erradicar. Se tarda años y décadas. Y exige cambios en el modo de vida de la gente.
Pero además esta gripe A ha golpeado en la Argentina en una situación mucho peor que en México donde se originó. Porque allí se dio al final del invierno y acá se da al comienzo. Por lo tanto faltan meses para el momento –la primavera- en que desaparece por el cambio de clima.
Además se dio de manera mucho más grave que en países vecinos como Chile o Brasil. Y la razón es que el sistema de salud del país ha sido destruido y que el gobierno se negó a tomar las medidas necesarias de entrada. El gobierno se negó a tomar esas medidas por la misma razón que continuó con la obra de demolición de la salud pública que comenzó con la dictadura de los años setenta. La plata está para pagar la fraudulenta deuda externa. La plata está para que se la lleven las multinacionales del campo y la industria. La plata está para que reciban subsidios millonarios las grandes empresas extranjeras que se adueñaron de la economía del país. Pero nunca hay plata para educación y salud.
En los call centers podemos ver lo mismo. Las empresas se niegan a dar licencias a embarazadas, a los padres con hijos pequeños y otros trabajadores en riesgo y se niegan a tomar medidas elementales, como dar barbijos a todos los trabajadores y que cada uno tenga un auricular (headset) de su uso exclusivo. Porque todo eso cuesta plata y reduce las ganancias.
El saqueo del país por las multinacionales y los bancos buitres y las sagradas ganancias de las empresas son la verdadera causa de por qué el gobierno y los empresarios no toman las medidas necesarias para terminar con la pandemia. En la Argentina y en el mundo.
La única posibilidad real de que se adopten las medidas necesarias es que los trabajadores las impongamos. Que a nivel del país las centrales sindicales, es decir, la CGT y la CTA, rompan su silencio y encabecen el reclamo de medidas efectivas. Pero en cada empresa los trabajadores tenemos que tomar la defensa de nuestra salud en nuestras propias manos. Lo que significaría, por ejemplo, exigir un auricular por persona, barbijos y material de limpieza y elegir representantes del personal para controlar que se cumplan las medidas.
A nivel del país, la primera medida elemental sería hacer aquí lo que se hizo en México. Evitar toda aglomeración de personas por varias semanas. Eso significaría cerrar las empresas, los bancos, las fábricas, los cines, los teatros, las canchas por un tiempo importante. La segunda medida sería contratar de urgencia miles de médicos, enfermeros, técnicos de todas las especialidades en los hospitales públicos. Y garantizar lugares de aislamiento efectivo en vez de amontonar a los pacientes de enfermedades de vías respiratorias con todos los demás, como sucede hoy. ¿Si en México se hizo y se pudo detener la epidemia, por qué no se puede hacer aquí?
A continuación incluimos un programa de medidas elaborado en conjunto por médicos y personal de hospitales de Capital y que cuentan con el apoyo de trabajadores de muchas empresas y reparticiones.